
Ya le he renunciado varias veces, se me ha caído una y otra vez, no puedo vivir en ella, ya no puedo vivir en delirios de utopías. Es una ilusión rota, una idea gastada, un cliché a la deriva.
Sin ser cínico aun la espero, pero ahora como que más la busco. De nada sirve ser un soñador que no camina, ahí está el horizonte; tú en la colina, la ciudad, y el mar rojo y cansado ¿Elevar anclas? si apenas sé nadar, aún me ahogo en la ducha, ni que decir del vaso de agua, me pierdo en este pueblo chico, atravesar la cuidad me da miedo, pero más me da miedo quedarme aquí por siempre, incompleto igual que ella, mi preciada ilusión.
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