Son las 10:00 pm y el timbre no para de sonar ¡¡ALÓ, ALÓ, DULCE O TRUCO, ALÓ!! Podría escribir un largo post del por qué no celebrar halloween pero mejor resumo a que no es una fiesta chilena y de que es más comercial que las festividades cristianas, pero lo peor es la invasión a nuestros hogares que práctican estos pequeños merodeadores nocturnos ¡¡Tiemblen, acaba de llegar un miembro más de la Liga de la Injusticia!! junto a sus miembros emblemáticos, el Conejo de Pascuas y Santa Claus, se posiciona ¡¡Jack, la Calabaza!!
Niños, dan ganas de darles dulces hasta provocarles comas diabéticos para que aprendan a no molestar. Lo peor es que hay adultos que incitan a los infantes, "en busca de diversión", a golpear puerta por puerta pidiendo caramelos a gente desconocida como si uno tuviera el deber de comprar golosinas para hacer engordar y llenar de caries a sus hijos, o quizás nos invitan a a raptarlos con la excusa perfecta ¡¡vengan niños aquí hay ricos dulces!! parece que esos padres lo único que quieren es deshacerse de sus hijos.
Lejos la razón principal, dejando de lado lo comercial y lo ajeno del festín, es el hecho de como huebean los niños cada 5 segundos, o sea quiérase o no halloween llega a Chile y en tu casa es la fiesta, tu eres el anfitrión y la comida corre por tu cuenta. Es como llegan a vender a tu casa o te ofrecen productos por teléfono, lo mismo con las llamadas de los candidatos electorales, me agrada la democracia pero la propaganda y la públicidad en el hogar no deja de ser invasiva, y por lo mismo, bastante molesta; por lo menos la tele la cambias de canal o la apagas. Aquí es lo mismo, no es que no me agraden los infantes y sus juegos pero llegan al mismo nivel que los predicadores, sólo que estos predican la religión del éxito y el consumismo.Niños, dan ganas de darles dulces hasta provocarles comas diabéticos para que aprendan a no molestar. Lo peor es que hay adultos que incitan a los infantes, "en busca de diversión", a golpear puerta por puerta pidiendo caramelos a gente desconocida como si uno tuviera el deber de comprar golosinas para hacer engordar y llenar de caries a sus hijos, o quizás nos invitan a a raptarlos con la excusa perfecta ¡¡vengan niños aquí hay ricos dulces!! parece que esos padres lo único que quieren es deshacerse de sus hijos.
Estos nuevos misioneros me provocan la necesidad de poner un cartel, junto al típico "somos una familia católica", uno que diga "aquí no se celebra halloween", aunque es algo pobre, no aleja a nadie, habría que hacer algo más persuasivo como "aquí somos una familia pedófila", podría ser uno más angustiante que despierte compasión como "mi madre murió ayer", o mejor uno que den ganas de salir corriendo del barrio como "El primer dulce de crack va por la casa" o "te entregaré mi dulce y te mostraré los trucos que puede hacer".
Bueno muchas frases se podrían usar en los frontis de las casas para alejar el bullicio indeseado, yo me quedo con mi favorita: "no tenemos dulces pero si niños de todos los sabores y colores". Aporten ¿Qué otra frase podría ser?