Niño y animal.

Hay mañanas en la que uno se despierta y se pregunta a si mismo con el dolor de cabeza retumbante ¿cómo puedo ser tan pendejo? Las promesa que se hicieron a la sobriedad se fueron a medida que el cuadro de astigmatismo causado por el trago comenzó a apoderarse de mis ojos, y de pronto las personas a mi alrededor no tenian ni nombre ni alma, mi cerebro primitivo mostraba lo que la mayoría nunca ve de mi, el ser reprimido y falta de cariño y por que no decirlo, arto caliente también que soy.

La billetera grita mi nombre, quiere que la dejen en paz ¡¡no eres millonario no eres millonario!! pero nada importaba ayer, nada importaba en lo absoluto. Soy el tipo de persona que llega a obsesionarse demasiado con una idea o persona, nada más patético. Cuando llega la resolución a la vida se da el siguiente paso y ya se está bien lejos del camino que se seguía ¿y dónde estoy ahora? ¿dónde chucha estoy ahora? vomitando la inconsistencia de la mente en este antro binario, como un niño y su fotolog ¡¡miren, miren, estoy triste!!

Si me ven por la calle pregunten cómo estoy que tengo muchas cosas que contar, pero no esperen que les cuente nada porque la amistad verdadera comienza hoy y van a tener que conocerme de nuevo por que poco está quedando del saco de mentiras que solía ser.

Y si, estoy fumando de nuevo, lo poco de admiración que me tenía se fue a la basura. No estoy orgulloso, al menos sepan eso.

Poco a poco a la verdad, poco a poco, aunque se retroceda unos diez pasos y se avance sólo uno, algun día corriendo alcanzaré a los que vayan de últimos en esta carrera para no llegar tan solo y no verme tan distinto al resto, aunque eso sea dificil aun siendo un total don nadie.

Recomienden música depresiva y música para subir el ánimo, que ahora las penas las vivo y después me las paso por la raja.